Si estás buscando algo que combine naturaleza con cultura y que, además, ofrezca una alternativa enriquecedora, este recorrido por Busot es una opción ideal. Las Cuevas del Canelobre y el Museo Étnico de Música forman un recorrido complementario. A continuación te explicamos por qué esta propuesta merece la pena.

Empezamos por lo más profundo, en sentido literal. Las Cuevas del Canelobre albergan formaciones que parecen de otro mundo. Estalactitas, estalagmitas, galerías naturales. La cúpula principal se asemeja a una iglesia gótica. Dentro se mantiene una temperatura constante, en torno a los 18 grados, lo que las convierte en una visita óptima en cualquier época del año. Durante el recorrido, un guía te explicará cómo se formaron, cómo se descubrieron y cuál es su singularidad.

Estas cuevas también han sido escenario de conciertos y eventos, lo que añade una dimensión cultural al entorno. Tras la exploración, nos dirigimos al siguiente punto del itinerario: el Museo de Música Étnica.

Entrar aquí es como iniciar un viaje sin desplazarse. El museo cuenta con una colección representativa de instrumentos musicales de diversas culturas. Desde piezas antiguas hasta instrumentos que todavía se utilizan hoy en día. La visita no solo resulta interesante, también es formativa. Aprenderás cómo la música ha sido esencial en la historia de las sociedades y cómo ha evolucionado. La conexión entre la cultura y el sonido queda claramente reflejada en este espacio.

• Una experiencia completa: Incluye patrimonio natural y cultural sin necesidad de renunciar a ninguno.
• Guías con experiencia: Profesionales que dominan los contenidos y los transmiten con claridad.
• Grupos pequeños: Atención personalizada y cercanía durante toda la actividad.
• Turismo local auténtico: Apostamos por el valor del territorio y su entorno.
• Recuerdos significativos: No es solo una visita, es una vivencia que permanece.